Teresa de Lisieux
Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz o simplemente Santa Teresita, fue una religiosa carmelita descalza francesa, nacida en Alenzón, Normandía en enero de 1873.
Declarada santa en 1925 y proclamada doctora De la Iglesia por el papa Juan Pablo II en 1997.
Primeros años
Fue hija de Luis Martín y de Marian Celia Guérin, (ambos canonizados en 2015). Los cuales concibieron 9 hijos cuatro de los cuales murieron a corta edad.
Sus sobrevivientes, todas niñas, llevaron una vida rodeada de virtudes y santidad, visitaban enfermos, hacia obras de caridad, rezaban diariamente el rosario y acudían a misa cada día a las 5:30 de la mañana. Los padres fueron considerados un modelo de santidad.
Cuando Teresa tenía 4 años, su madre Celia muere de cáncer de mama en agosto de 1877 y su padre y hermanas se trasladan a la ciudad de Lisieux, en donde residía la familia de su esposa, quienes habían prometido a Celia cuidar de sus hijas.
Su vida en el colegio es difícil a pesar de ser una niña tranquila y pacífica, llora por que no se atreve a quejarse del maltrato de sus compañeras mayores, y durante esta época encuentra refugio en la lectura, y comienza a sentir una gran admiración por Juana de Arco.
En octubre de 1882, su hermana Paulina ingresa en el Carmelo de Lisieux bajo el nombre de Sor Ines de Jesús, lo que representó para Teresa una segunda perdida de una madre, su salud empieza a cambiar de manera extraña, y se le diagnostica una reacción a una frustración emocional con un ataque neurótico.
Varias veces al dia Teresa sufre de temblores nerviosos y ataques de terror, y durante meses sufrió de dolores de cabeza y alucinaciones.
En 1886, su hermana mayor Maria ingresa también a la orden en el Carmelo de Lisieux lo que la hace recaer en depresión.
Teresa pide a sus hermanos que murieron aun muy pequeños que intercedan por su alma operando en ella un cambio significativo.
Conversión
En la navidad de 1886, Teresa experimenta una gran conversión, argumentando haberse hecho fuerte, valiente y olvidada de si misma, y como ella misma escribiría; “Sentí, en una palabra, que la caridad entraba en mi corazón, la necesidad de que me olvide de buscar agradar, y desde entonces yo fui feliz.”
En abril de 1888, Teresa ingresa a la edad de 15 años en el monasterio de las carmelitas descalzas de Lisieux, comenzando así su postulado.
En 1890 lee las obras de San Juan De la Cruz al que convirtió en su maestro espiritual llevando una vida meditativa y de contemplación.
El caminito
En 1894, y después de 6 años reconoce que la dificultad para alcanzar su propia santidad, y descubre lo que posteriormente llamaría “el caminito”, en donde sus limitaciones se convierten en su alegría mas que en desaliento, y en sus manuscritos empezará a firmar sus cartas añadiendo regularmente la palabra “pequeña” antes de su nombre.
En 1896 Teresa sufre un primer ataque de hemoptisis, una enfermedad del aparato respiratorio la cual aprovechó para demostrar su confianza inquebrantable en Dios.
En 1897 a la edad de 24 años, la enfermedad se recrudece y sin embargo se le pide continue escribiendo sus memorias, muriendo de tuberculosis en julio de 1897.
Después de su muerte esos manuscritos fueron publicados bajo el titulo de “Historia del Alma”.
Poco después de la publicación de sus manuscritos, surge lo que es llamado “Un Huracán de Gloria”, y cientos de peregrinos de toda Francia y de otros países llegan a Lisieux sobre la tumba de la pequeña Carmelita.
Es especialmente durante la Primera Guerra Mundial cuando cientos de soldados franceses cargan en sus bolsillos imágenes de Teresa y una versión corta de su autobiografía llamada “una rosa deshojada”.
Al finalizar la guerra, recibe como ofrendas, las condecoraciones de los soldados, por los favores recibidos durante el conflicto bélico.
En 1927, es proclamada patrona de las misiones a pesar de no haber abandonado nunca el convento, ya que siempre rezaba por los misioneros.
Luego de su beatificación aparecen cientos de testimonios sobre prodigios y milagros de los cuales dos de ellos sirven para alcanzar la canonización.
En octubre de 1997, durante las celebraciones del primer centenario de su muerte, el papa Juan Pablo II la proclamó Doctora De la Iglesia Universal, siendo la tercera mujer, junto con Santa Teresa de Jesús y Santa Catarina de Siena en recibir esta distinción.
Actualmente, la Basilica de Santa Teresa de Lisieux, es uno de los edificios más grandes de Francia, y el segundo lugar de peregrinación más importante del país después del Santuario de Lourdes.
Fuente: Wikipedia