Miguel de Unamuno
Fue un escritor y filósofo español, nacido en Bilbao en septiembre de 1864, en su obra, cultivó una gran variedad de géneros literarios como novela, ensayo, poesía y teatro.
Fue el tercer hijo y primogénito del matrimonio de un comerciante y su sobrina carnal diecisiete años más joven.
Estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid y concluyó sus estudios en 1883 a la edad de 19 años. Un año más tarde, obtiene su doctorado mediante una tesis sobre la lengua vasca, titulada “Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca”. Trabaja como profesor de Latín y psicología en un colegio de Madrid.
La filosofía de Unamuno no fue sistemática, sino una negación de cualquier sistema y una afirmación de la fe en sí misma. Se formó intelectualmente bajo el racionalismo y el positivismo, y durante su juventud, escribió artículos que mostraban claramente su empatía con el socialismo. Su pensamiento religioso se ha inscrito dentro del existencialismo cristiano, cuya escuela de pensamiento se remonta al filósofo danés Soren Kierkegaard. No obstante, para él la muerte era algo definitivo, siempre estuvo en gran conflicto con la fe y la racionalidad, entre la necesidad de la fe y la razón que niega tal fe.
Para Unamuno, el sentimiento y la razón eran como el agua y el aceite, es decir, no se podían mezclar “Piensa el sentimiento y siente el pensamiento” decía.
En la poesía, se le considera un gran poeta del posromanticismo, el arte para el eran una forma de expresar las inquietudes del espíritu, en donde en la novela y en sus ensayos refleja su angustia espiritual y el dolor que provoca el silencio De Dios, el tiempo y la muerte.
Fue un gran epistológrafo, solía escribir tres o cuatro cartas diarias, y solamente en la actual casa museo de Unamuno, hay veinte mil cartas recibidas. Durante la época franquista, muchas de sus cartas fueron desechadas por miedo.
Los últimos días de su vida, los pasó bajo arresto domiciliario en su casa, en una de sus últimas declaraciones dijo “España está tan asustada de sí misma, horrorizada. Ha brotado la lepra católica y anticatólica, … Y aquí está mi pobre España, se está desangrando, arruinando y entonteciendo…”
Murió repentinamente en diciembre de 1938 en su domicilio. Su epitafio reza; “Méteme, Padre Eterno, en tu pecho, misterioso hogar, dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar”.
Fuentes Wikipedia y Philosophica: enciclopedia filosófica online.