“El débil tiembla ante la opinión, el insensato la desafía, el sabio la juzga, el hábil la dirige”

Marie-Jeanne Roland

Marie-Jeanne Roland

Marie-Jeanne Roland de la Platiere, también conocida como Manon Roland, o Madame Roland, nació en París en marzo de 1754, fue junto con su marido una señalada partidaria de la revolución francesa.

Fue miembro del grupo de los girondinos, un grupo moderado y federalista de la asamblea legislativa de la convención nacional francesa.

Primeros años

Su padre era grabador y su madre era hija de una familia de criados al servicio de una duquesa. Ella fue la única sobreviviente de 8 embarazos que tuvo su madre a lo largo de su vida.

En 1781, se casó con el político y filósofo Jean Marie Roland, ambos de igual inteligencia y carácter, ejercieron una enorme influencia en la revolución francesa.

Historia

En los primeros días de su matrimonio, Madame Roland escribió artículos políticos para un periódico de Lyon, y cuando la pareja se mudó de Lyon a París, la actividad política de ella se volvió aún más activa.

Su salón se volvió el punto de encuentro de personalidades tales como Robespierre, Brissot y Pétion, así como de otros tantos líderes del movimiento popular.

La pareja empezó a volverse impopular, cuando su esposo se inclinó por los girondinos y expuso los peores excesos de la revolución y las ideas de los jacobinos, situación que les mereció críticas e impopularidad.

Aun y cuando Madame Roland trató ante la asamblea de desmentir los comentarios de su esposo, en la mañana del primero de julio de 1793 fue arrestada junto con otros miembros de la Gironda e ingresada a la prisión de L’Abbaye, y posteriormente recluida en la Conciergerie de París.

Muerte

En noviembre de 1793, fué conducida a la guillotina. Su marido huyó a Ruan, y a la muerte de Madame Roland se suicidó estando en su refugio situado en las afueras de Lyon.

Durante su permanencia en prisión a Madame Roland se le permitió escribir y recibir visitas, y fui allí en donde escribió sus memorias.

Antes de colocar su cabeza en el cepo para ser guillotinada, Madame Roland se paró enfrente de una estatua de arcilla que representaba a la libertad en la plaza de la concordia y exclamó la frase por la que sería recordada.

Oh Libertad! Cuántos crímenes se cometen en tu nombre!

Fuente: Wikipedia y mujeresenlahistoria.com