Con nuestro “culto a la satisfacción inmediata”, muchos de nosotros “hemos perdido la capacidad de esperar”

Zygmunt Bauman

Fue un sociólogo, filósofo y ensayista nacido en Polonia en noviembre de 1925 y nacionalizado Inglés. 

Nació en el seno de una familia judía humilde de polacos no practicantes. Cuando Polonia fue invadida por la Alemania nazi en 1939, su familia escapó hacia el este.

Se alistó en el primer ejército polaco trabajando como instructor politico. Participó en la batalla de Kolberg durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial y en la batalla de Berlín. En mayo de 1945, recibió la cruz militar del valor.

Después de la guerra, fue un oficial político, y posteriormente regresó a Polonia donde militó en el partido comunista. 

En 1954 finalizó su carrera e ingresó como profesor en la Universidad de Varsovia, en la que permaneció hasta 1968.

En 1968, fue obligado a dejar Polonia debido a la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Renunció a ser miembro del Partido Comunista obrero polaco y perdió su puesto en la Universidad, siendo obligado a renunciar a la ciudadania polaca para que le permitieran salir del país, marchando a Israel en donde le fue aceptada posteriormente una cátedra de sociología en la Universidad de Leeds en Inglaterra.

Desde finales de la década de los 90, Bauman ejerció una influencia considerable en el movimiento antiglobalización. Su periodo más prolífico comenzó cuando abandonó la enseñanza en la Universidad de Leeds con el libro titulado “modernidad y Holocausto” que refiere acerca de la supuesta conexión entre estas dos ideologías. 

Cuenta entre sus influencias principales a Hannah Arendt y Theodor W. Adorno, Bauman estaba convencido de que la tesis de Arendt era correcta, y afirmaba que lo aterrador del Holocausto es que fue cometido por personas normales como Adolf Eichmann, (el cual fue declarado clínicamente sano). Es decir, que  no necesitas monstruos para que pasen monstruosidades, y eso es lo terrible, porque no podemos achacarlas a alguien diferente a nosotros. Es decir, cualquiera podría haber sido Eichmann y volverlo a hacer lo que hizo.

Las primeras obras de Bauman fueron proyectos basados en el concepto de la modernidad, fundamentados en el diseño de una mejor sociedad. Sin embargo, a comienzos de la década de los 80 y con la publicación de sus obras y con el tiempo, acuñó lo que él denominaría la “modernidad liquida”, refiriéndose a los conceptos de fluidez, cambio, y adaptación entre la sociedad globalizada.

Para Bauman, la modernidad liquida moderniza compulsivamente, el cambio es constante y parece haberse constituido un fin en sí mismo, ya no aparece un proyecto superior claramente definido, las instituciones y organismos sociales no tienen tiempo de solidificarse, y ya no pueden ser fuente de referencia para las acciones humanas y para planificar a largo plazo, lo hace introducir unos niveles extremos de inestabilidad e incertidumbre, todo es móvil, y en cualquier dirección.

Bauman habla de un periodo fatídico, en el que comienza el paso de una sociedad de productores a una sociedad de consumidores en el cambio del siglo 19 al 20. Que nos ha llevado a afirmar nuestra personalidad comprando cosas. El individuo liquido vive permanentemente en su esfera privada pero busca hacerla pública, como si eso fuera a resultar relevante para el resto de las personas o fuera a resolver sus problemas.

La obra de Bauman comprende 57 libros y más de cien ensayos, murió en enero del año 2017 en Leeds Reino Unido, a la edad de 91 años.

Fuentes: Wikipedia, biografiasyvidas.com, YouTube La travesía Zygmunt Bauman y la Modernidad (Líquida y Sólida).