“Y cuando empezamos a aprender este difícil oficio de vivir ya tenemos que morirnos”

Ernesto Sábato

Fue un novelista, ensayista, físico y pintor argentino nacido en la ciudad de Rojas provincia de Buenos Aires, en junio de 1911.

Primeros años

Fue hijo de inmigrantes italianos procedentes de Calabria, y perteneció a una familia de clase media a la que el propio Sábato definió como “clásica y jerárquica”.

Sobre ellos declaró a uno de sus biógrafos tener un padre severìsimo al que le tenía terror y una madre que lo escondía debajo de la cama para evitarle un castigo. Fue el décimo de once hermanos.

Estudió secundaria en el Colegio Nacional de la Plata, en donde conocería al profesor Pedro Henriquez Ureña, un intelectual, filósofo y escritor dominicano, de quien diría fue una inspiración para su carrera literaria. En 1929 ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la misma universidad.

En su juventud fue un militante de tendencia comunista, y en 1933 fue elegido secretario General de la Federación Juvenil Comunista, fue aquí en donde conoció a la que fuera su pareja Matilde Kusminsky.

En 1934 comenzó a tener dudas sobre el comunismo y sobre la dictadura de Stalin, por lo que el partido decidió enviarlo por dos años a las escuelas leninistas de Moscú, en donde según sus propias palabras “era un lugar en donde uno se curaba o terminaba en un gulag o en un hospital psiquiátrico”.

Historia

Obtuvo el Doctorado en Ciencias Físicas y Matemáticas en 1937 y con el apoyo de Bernardo Houssay,  (premio Nobel de Medicina), obtuvo una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie de París.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial abandona París para trasladarse al Instituto Tecnológico de Massachussets, y en 1940, toma la decisión de abandonar la ciencia tras una crisis existencial, para dedicarse de lleno a la literatura y la pintura.

Es en París en donde entra en contacto con el movimiento surrealista, lo que influiría de manera profunda en sus futuras obras.

Obra

En 1941 apareció su primer trabajo literario y en 1945 su primer ensayo, “Uno y el Universo”, que eran una serie de artículos filosóficos en donde alertaba sobre la aparente neutralidad de la ciencia y la deshumanización de las sociedades tecnológicas.

Escribió tres novelas, “El túnel” en 1948, “Sobre héroes y tumbas” en 1961, y “Abaddón el exterminador” en 1974, así como múltiples ensayos.

Su longeva existencia lo llevó a ser un autor muy presente durante el siglo pasado y durante los primeros años de este siglo. Su visión existencialista, reflejada en las tramas tenebrosas de sus novelas, pobladas de personajes extraviados de sus valores morales y su manera de exponer sus ideas y conceptos, así como su facilidad de retórica para introducirse en la psicología de los individuos, lo erigieron como una de las grandes plumas de su tiempo y de su país.

Luego de su deserción del socialismo de estado, Sabato abogó en general por una sociedad basada en la libertad individual y la libre asociación, en el cooperativismo de la ciencia y la economía, y en la descentralización de la política.

Ernesto Sábato sufrió durante sus últimos años una fuerte depresión y pasó sus últimos días recluido en su domicilio, “La razón no sirve para la existencia” afirmaba.

No quería que se le encasillara en ninguna tendencia literaria y afirmaba creer en el hombre “a pesar de ser el animal más siniestro”.

Muerte

Sábato murió dos meses antes de cumplir 100 años por una bronquitis que no pudo superar en abril del 2011.

Fuentes: Wikipedia y elpais.com