“Hay un precepto bajo el cual he vivido: prepárate para lo peor, espera lo mejor y acepta lo que venga”

Hannah Arendt

Hannah Arendt

Fue una filósofa y teórica política alemana nacida en octubre de 1906 en Linden Limmer, y nacionalizada estadounidense en 1951, es considerada como una de las filósofas más influyentes del siglo XX.

Primeros años

Nació en el seno de una familia de judíos secularizados, de familia proveniente de Prusia.

Su padre murió cuando Hannah tenía trece años, y fue educada de forma bastante liberal por su madre y a través de sus abuelos por quienes conoció el judaísmo reformista.

A los 17 años, abandonó la escuela por problemas disciplinarios dirigiéndose sola a Berlín, y sin haber acabado la escolaridad, tomó clases de teología cristiana en donde estudió por primera vez la obra de Soren Kierkegaard.

En 1924, comenzó sus estudios en la Universidad de Hamburgo y durante un año asistió a las clases de filosofía de Martin Heidegger (con quien tuvo una relación sentimental) y de Nicolai Hartmann, así como a las de teología protestante de Rudolf Bultmann.

Pensamiento

El pensamiento de Hannah Arendt nace en un contexto histórico sumamente complicado, el totalitarismo, y lleva la huella de su vivencia personal.

Ya en 1933 defendía la postura de que debía lucharse contra el régimen nacionalsocialista, contraria a la posición de muchos intelectuales alemanes de la época, e inclusive algunos de origen judío.

Trabajó para una organización sionista, estudiando la persecución judía que recientemente comenzaba, y convirtió su casa en una estación de tránsito para refugiados.

En julio de ese año, fue detenida por la Gestapo, por lo que tuvo que emigrar a Francia en donde ayudó a judíos jóvenes a huir hacia Palestina.

Legado

Tras la Segunda Guerra Mundial, ya instalada en Estados Unidos, Hannah se consagró a la reflexión sobre la filosofía política, lo que se plasma en sus obras más importantes: “Los orígenes del Totalitarismo” en 1951, “La condición humana” en 1958, “Eichmann en Jerusalén” en  1963, “Hombres en tiempos de oscuridad” en 1968 y “Sobre la violencia” en 1970.

Para Arendt el suelo nutricio del totalitarismo fue el racismo y argumentaba que la categoría de raza, hace inviable la política en sentido propio.

“Hablar de raza no es el comienzo sino el final de la humanidad; no el origen del pueblo, sino su decadencia; no el nacimiento natural del ser humano sino su muerte antinatural”.

La filosofía de Arendt es, por tanto, un intento de pensar la política como un “estar los unos con los otros los diversos”, y con esta expresión, recoge la importancia de la pluralidad, incidiendo en que el ser con otros no es una existencia inauténtica, sino un rasgo característico de la condición humana.

Se opone a la idea del Estado de Israel de David Ben Gurión y propone una federación binacional, en la que ni los judíos ni los árabes gozarán de un estatuto mayoritario. Sin embargo, su modelo de Estado no es bien recibido y queda como una postura marginal y solitaria.

Últimos años

Tras un infarto al miocardio en 1974, retomó sus escritos y la enseñanza, y en 1975 tuvo un segundo infarto mortal en su despacho, en presencia de amigos.

Actualmente y desde 1955 se entrega el Premio Hannah Arendt al pensamiento político, financiado por la ciudad de Brema y la fundación Heinrich Böll.

Fuentes Wikipedia y Philosophica: Enciclopedia filosófica.