“Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”

Santiago Ramón y Cajal

Fue un médico español, nacido en Petilla de Aragón en la provincia de Zaragoza en mayo de 1852, especializado en histología y anatomía patológica, es considerado como el padre de la neurociencia.

Primeros años

Su padre era un médico cirujano de profesión, quien cambiaba de residencia constantemente, por lo que Ramón vivió en Larrés, Luna en 1855, Valpalmas en 1856 y Ayerbe en 1860.

En 1870, cursó la carrera de medicina en donde toda su familia se trasladó a Zaragoza, licenciándose en medicina en 1873, a los 21 años fue llamado a filas en donde el servicio militar era una disciplina obligatoria según una ley que había impuesto el presidente Emilio Castelar presidente de la primera república.

Historia

Cuando llevaba unos meses en la milicia, fue destinado como médico segundo (teniente) y es acuartelado en Lérida en el regimiento de Burgos. En 1874, Ramón y Cajal es destinado a Cuba, todavía provincia española, la cual libraba una guerra por su independencia conocida como La guerra de los diez años, lo cual le conlleva el ascenso a un empleo militar inmediato.

Las experiencias militares vividas por Ramón y Cajal tan amargas como las enfermedades ahi contraídas lo llevaron a solicitar una licencia para abandonar Cuba, tras ser diagnosticado con un grado extremo de desnutrición palúdica grave en junio de 1875.

Actividad científica

Ramón y Cajal regresa a su actividad científica iniciando su doctorado, y terminándolo en 1877 a la edad de 25 años en la actual Universidad Complutense de Madrid.

En 1882, ganó la cátedra de Anatomía descriptiva en la Facultad de Medicina de Valencia, en donde pudo estudiar la epidemia de cólera que azotó la ciudad en 1885.

En 1887 se trasladó a Barcelona, en donde ocupó la cátedra de histología creada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, y fue un año después, en donde según sus propias palabras, fue su “año cumbre”, cuando descubrió los mecanismos que gobiernan los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebro espinal.

En mayo de 1888, publicó su descubrimiento, en donde afirmaba que los tejidos cerebrales no eran compuestos de conexiones continuas como se creía hasta la fecha derivado de las investigaciones del científico italiano Camilo Gogli, y en 1889, su teoría fue aceptada en el congreso de la Sociedad Anatómica Alemana celebrada en Berlín.

Derivado de estas investigaciones, fue el analista y patólogo alemán Wilhelm Waldeyer, quien acuñó la palabra “Neurona” a la anatomía de la célula nerviosa, colocando a las neuronas como la unidad elemental del sistema nervioso y publicado por este en 1891.

Gracias a los detallados exámenes histológicos de Ramón y Cajal, se descubrió la hendidura sináptica, un diminuto espacio de entre 20 y 40 nanómetros que separan a las neuronas, en donde típicamente se produce la sinapsis con un botón axonal de otra neurona.

Después de crear excelentes descripciones de las estructuras neuronales y su conectividad, descubrió un nuevo tipo de célula, la denominada célula intersticial de Cajal (ICC).

Reconocimientos

Derivado de sus trabajos y aportaciones al campo de la neurociencia, Ramón y Cajal recibió multiples reconocimientos a lo largo de todo Europa, y en 1906 fue reconocido con el Premio Nobel de Medicina junto con el investigador italiano Camilo Gogli, con quien curiosamente no compartían del todo algunas teorías.

Muerte

Ramón y Cajal muere en octubre de 1934, por el agravamiento de una dolencia intestinal que debilitó su corazón, y fue objeto de múltiples reconocimientos póstumos, reconociéndose aparte de como científico y personalidad humana, como un insólito ejemplo de honestidad y patriotismo bien entendido.

Fuentes: Wikipedia y cervantes.es