“El mal no es lo contrario, sino la carencia de bien”

Leibniz

Leibniz

Gottfried Leibniz fue un filósofo, matemático, teólogo, jurista y político alemán, nacido en Leipzig en julio de 1646.

Fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII y se le reconoce como el “último genio universal” por sus importantes contribuciones en los campos de la metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, matemáticas, física, geología, jurisprudencia e historia.

Primeros años

Fue hijo de Federico Leibniz, un jurista y profesor de filosofía moral en la Universidad de Leipzig y de Catherina Schmuck, hija de un profesor de leyes.

Su padre falleció cuando tenía 6 años, de modo que su educación quedó en manos de su madre y de un tío.

Al morir su padre, Leibniz tuvo acceso a la biblioteca personal de su padre, de la cual pudo hacer uso desde la edad de 7 años.

Para cuando Leibniz contaba con 12 años, ya había aprendido el latín por sus propios méritos.

A la edad de 14 años, ya se había matriculado en la Universidad de Leipzig completando sus estudios a la edad de 20 especializándose en leyes.

En 1666 publicó su primer libro y también su tesis, misma que al negarle la universidad de Leipzig un puesto docente, entregó a la Universidad de Altdorf, obteniendo su doctorado en 5 meses y dedicó el resto de su vida al servicio de dos prominentes familias alemanas.

En 1672 fue enviado a París a disuadir al rey Luis XIV de su propósito de invadir Alemania sin éxito.

Permaneció en París por 5 años, en donde desarrolló una fecunda labor intelectual.

En 1676 fue nombrado bibliotecario del duque de Hannover, de quien mas tarde sería consejero, así como historiador de la casa ducal.

Filosofía.

Junto con su iniciador René Descartes, Leibniz es el más importante representante del racionalismo.

Situó el concepto de verdad del conocimiento en su necesidad intrínseca y no en su adecuación a la realidad.

Leibniz pensaba que existían dos tipos de verdades; Las verdades de la razón y las verdades de hecho.

El problema de encontrar un fundamento racional para las verdades de la razón, las resolvió afirmando que su contingencia era consecuencia del carácter infinito de la mente humana, incapaz de poder analizar las infinitas determinaciones de los conceptos que de ella emanan.

Leibniz pensaba que gran parte del razonamiento humano podía reducirse a algún tipo de cálculo, y que la única manera de rectificar nuestros razonamientos era hacerlos tangibles como los de los matemáticos y poder así encontrar nuestros errores de un vistazo, reduciendo las disputas entre personas.

En cuanto a la existencia de Dios, Leibniz, no coincidía con el motor móvil de Aristóteles, ni con el Natura Naturas de Spinoza ni el Gran Ser de Newton o el Espíritu Universal de Hegel, sino un Dios vivo y personal que se revela tanto al corazón como a la razón.

Las Mónadas

La contribución mas importante de Leibniz a la metafísica es su teoría de las Mónadas, en donde las Mónadas se concebían como centros de fuerza ajenas al espacio, la materia y el movimiento que son meramente fenomenales.

Las mónadas son eternas, no pueden descomponerse, son individuales, están sujetas a sus propias leyes, no son interactivas y cada una de ellas es un reflejo de todo el universo en una armonía preestablecida, lo que conduce a un pampsiquismo o una filosofía propia de la mente.

El pampsiquismo, es una de las teorías filosóficas mas antiguas, atribuidas a filósofos como Hermes, Tales y Platón. Es la opinión de que la mente o un aspecto similar a la mente, es una característica fundamental y ubicua de la realidad. En donde “la mente”, es una característica fundamental del mundo que existe en todo el universo.

Física y Matemáticas

Frente a la física cartesiana de extensión, Leibniz defendió una física de energía, ya que esta es la que hace posible el movimiento.

Las contribuciones en el ámbito del cálculo infinitesimal, así como en el campo del análisis combinatorio fueron de un gran valor.

Introdujo la notación actual utilizada en el cálculo diferencial e integral y contribuyó de manera importante en el desempeño de la moderna lógica simbólica, siendo señalado como uno de los lógicos mas importantes entre los tiempos de Aristóteles y Gottlob Frege.

Muerte

Leibniz falleció en Hannover en 1716. Sólo su secretario personal asistió a su funeral a pesar de ser miembro vitalicio de la Royal Society y de la Academia Prusiana de las ciencias.

Su tumba permaneció en el anonimato hasta que Leibniz fue exaltado por Fontenelle el escritor y filósofo francés, ante la Academia de Ciencias de Francia a petición de la Duquesa de Orleans.

Fuente: Wikipedia, biografiasyvidas.com