“La ley solo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero”

Marqués de Sade

Marqués de Sade

Donatien Alphonse François de Sade, conocido como el Marqués de Sade, nació el 2 de junio de 1740 en París, Francia, en el seno de una familia noble.

Primeros años

Su padre era diplomático y su madre sirvienta de la corte de Luis XV. Desde joven, Sade fue educado en colegios religiosos jesuitas, donde ya comenzaban a manifestarse sus impulsos rebeldes y su carácter fuerte.

Posteriormente ingresó al ejército y participó en la Guerra de los Siete Años. En estos años tempranos, su formación clásica y su contacto con el poder y el libertinaje de la nobleza francesa marcaron profundamente su pensamiento.

Obra

El Marqués de Sade es recordado principalmente por sus escritos filosóficos y eróticos, que exploran los límites del deseo, la moral y el poder. Entre sus obras más destacadas se encuentran:

  • Justine o los infortunios de la virtud (1791): narra la historia de una joven virtuosa que, a pesar de su bondad, sufre una cadena de abusos y desgracias.
  • Juliette o las prosperidades del vicio: contraparte de Justine, en la que la protagonista, entregada al libertinaje y la crueldad, obtiene poder y riqueza.
  • Los 120 días de Sodoma (escrita en 1785, publicada póstumamente): escrita durante su encarcelamiento en la Bastilla, es una obra extrema que detalla actos de violencia sexual y dominación.

Sade defendía una visión radicalmente atea y materialista del mundo. En sus textos, el placer —sobre todo el sexual— se presenta como fuerza motora del ser humano, por encima de cualquier norma social o moral. Esto, sumado al contenido explícito de sus escritos, lo llevó a ser perseguido, encarcelado y censurado a lo largo de su vida.

Legado

El nombre de Sade dio origen al término “sadismo”, debido a la conexión entre placer sexual y sufrimiento en sus obras.

Durante siglos fue visto como un monstruo o un depravado, pero a partir del siglo XX, especialmente con el interés de pensadores como Guillaume Apollinaire, Simone de Beauvoir, Roland Barthes y Michel Foucault, su figura fue revalorada.

Para algunos, es un filósofo de la libertad absoluta; para otros, un precursor del análisis del poder, del cuerpo y del deseo. Su obra ha influido en el surrealismo, la literatura erótica, el cine y los estudios de género.

Últimos días y muerte

Sade pasó gran parte de su vida en prisión o en instituciones psiquiátricas.

Fue encarcelado en varias ocasiones por escándalos sexuales, acusaciones de violación, blasfemia y corrupción de menores.

En 1801, bajo el régimen napoleónico, fue declarado loco y encerrado en el manicomio de Charenton. Allí continuó escribiendo y dirigiendo obras teatrales con otros internos.

Murió el 2 de diciembre de 1814, a los 74 años. En su testamento, pidió que su cuerpo no fuera sometido a autopsia y que fuera enterrado en un bosque, lejos de todo rastro humano, para que su memoria se desvaneciera. No lo logró: su figura sigue viva como una de las más provocadoras e inquietantes de la historia de la literatura.

Fuente: Chatgpt