“Todo aquello que sofoca la individualidad, sea cual sea el nombre que se le dé, es despotismo”

John Stuart Mill

John Stuart Mill

Fue un filósofo, economista y político británico nacido en Londres en mayo de 1873, representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, y uno de los pensadores más influyentes en la historia del liberalismo clásico.

Primeros años

Fue el mayor de los hijos del filósofo, historiador y economista James Mill, fue educado por su padre con la ayuda del filósofo, economista y jurista Jeremy Bentham y por el activista social y reformista Francis Place.

Los recuerdos mas dolorosos de Mill en su infancia fue la forma en la que su padre trataba a su esposa e hijos delante de los invitados, llegando a decir que su educación no era de amor sino de miedo, pretendiendo darles a sus hijos una educación que consistía en someterlos a una secuencia de placeres y dolores y enseñarlos a razonar adecuadamente.

Su precocidad era excepcional, a los 8 años empezó a estudiar latín y álgebra siendo asignado como profesor de los niños más pequeños de su familia. A los 10 años ya leía a Platón y Demóstenes con facilidad, y leía los tratados lógicos de Aristóteles en su lengua original.

A los 14 años Mill se quedó en Francia con la familia del hermano de Jeremy Bentham y en Montpellier asistió a los cursos de lógica, química y zoología en la Faculté des Sciences. Pasó una temporada en París en la casa del reconocido economista Jean-Baptiste Say en donde conoció a notables parisinos como Henri Saint-Simon y a muchos otros líderes del partido liberal.

Tras sufrir una “crisis mental” a la edad de 20 años, se rebeló contra su estricta educación y contra el liberalismo y se abrió a nuevas corrientes intelectuales como el positivismo de Auguste Comte y al pensamiento romántico y al socialismo.

Historia

Entre 1865 y 1868, Mill sirvió como rector de la Universidad de St. Andrews y durante el mismo periodo fue miembro del parlamento de Westminster. Como partidario del partido liberal, Mill abogó por aliviar las cargas sobre Irlanda y se convirtió en la primera persona en la historia del parlamento en abogar por el derecho al voto de las mujeres, y en un firme defensor de reformas sociales como el derecho a la creación de sindicatos y las cooperativas agrícolas.

En 1868, Mill favoreció en la cámara de los comunes la retención de la pena de muerte por delitos como el asesinato agravado.

En sus opiniones sobre la religión, Mill era un ateo agnóstico y un escéptico, en su “Tres ensayos sobre la religión” Mill critica los prejuicios y los abusos de las creencias religiosas pero señala sus efectos positivos, proponiendo sustituir las religiones tradicionales por “una religión de la humanidad” secular.

Como Hume, Mill creía que se podía aplicar “los métodos de la ciencia física a los fenómenos sociales y morales, y como Comte, creía en la posibilidad de una genuina ciencia social.

Mill consideraba que el conocimiento humano tenía su origen y su límite en la experiencia observable, y los conceptos más abstractos se forman a partir de las asociaciones y de impresiones realizadas por la mente, de manera que el conocimiento científico es meramente probable, no necesario, como ya había indicado previamente David Hume.

En su obra “Un sistema de Lógica” Mill discute el propósito de la lógica en la comprensión humana, en donde la lógica es el arte y la ciencia del razonamiento es un medio para buscar la verdad. Sin embargo, la lógica solo puede hacer inferencias mediante fenómenos observados y no con verdades intuitivas.

Libertad Individual

Mill criticó y cuestionó la inducción aristotélica, el emergentismo y el concepto de libertad, en donde el individuo debe ser libre de hacer lo que desee a menos que cause daño a otros. Es decir, los individuos son lo suficientemente racionales como para tomar decisiones sobre su bienestar, y en donde la única parte de la conducta de cualquier persona por la que es susceptible a la sociedad, es la que concierne a los demás, y sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y mente, el individuo es soberano.

Libertad Social

En lo concerniente a la libertad social, Mill consideraba que había que poner límites al poder del gobernante, de tal forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar un perjuicio o daño a la sociedad.

En cuanto a los derechos humanos y la esclavitud, Mill aplaudió la Guerra Civil Estadounidense, considerándolo un mal necesario para la preservación de los ideales liberales y la erradicación de la esclavitud en América.

Sobre el derecho de las mujeres, Mill escribió en su libro “El sometimiento de las mujeres” la necesidad de revisar la opresión de la mujer, como uno de los pocos vestigios conservados procedentes de modelos sociales obsoletos , siendo estos un conjunto de prejuicios que impedían arduamente el progreso de la humanidad.

Utilitarismo

En su libro “El Utilitarismo”, Mill sostiene su famosa formulación denominada “el principio de utilidad de Mill” o “el principio de mayor felicidad”, como Bentham lo llamaba, en donde sostiene que el utilitarismo siempre debe actuar con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas dentro de lo razonable, en donde su mayor contribución reside en su argumento para la separación cualitativa de los placeres.

Muerte

Mill murió en 1873 en Aviñón Francia de erisipela. Su cuerpo fue enterrado junto al de su esposa.

Fuente: Wikipedia.

Otras frases de John Stuart Mill