“Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otro lugar”

Arthur Schopenhauer

Schopenhauer

Arthur Schopenhauer fue un filósofo alemán, considerado uno de la más brillantes del siglo XIX.

Primeros años

Nació en Gdansk Polonia en febrero de 1788 en el seno de una familia acomodada, su padre fue un próspero comerciante y su madre una escritora de cierta notoriedad.

En 1793, se trasladaron a Prusia, en donde su padre lo inició en la carrera de comercio.

A la muerte de su padre, permaneció en Hamburgo en donde continuó ejerciendo su profesión de comerciante.

A la edad de 20 años y gracias a su holgada posición económica, Schopenhauer decidió abandonar el comercio y dedicarse al estudio, en donde inicialmente ingresó a la universidad para estudiar medicina y finalmente descubre la filosofía.

Se trasladó a Berlín para continuar sus estudios. En 1813 obtiene su doctorado por la universidad de Jena.

Historia

Tiempo después, al conocer al orientalista Friedrich Majer, se introdujo al estudio de la filosofía hindú.

Schopenhauer también se matriculó en cursos de filología clasica, y de historia, y en 1813, obtuvo su doctorado en la Universidad de Jena al redactar su tesis sobre la “cuádruple raíz del principio de la razón suficiente”.

Legado

Su filosofía se concibe esencialmente como una extensión de la filosofía de Kant, deudora de la filosofía de Platón y Spinoza.

Su filosofía además sirvió como puente entre la filosofía oriental como el budismo, el taoísmo y el Vedanta, afirmando principios como el ascetismo y la noción de la apariencia del mundo.

Su obra ha sido descrita como una obra ejemplar del pesimismo filosófico, doctrina que sostiene que vivimos en el peor de los mundos posibles, un mundo en donde el dolor es perpetuo y en donde se niega el futuro de la civilización y la humanidad.

Su trabajo más famoso denominado “el mundo como voluntad y representación”, constituye desde la óptica de la lengua alemana una obra maestra de todas las épocas.

Su filosofía culmina con el ideal budista del nirvana, serenidad absoluta que aniquila la voluntad de vivir.

Su obra influyó grandemente en la Europa de finales del siglo XIX e influyó en muchos escritores y pensadores del siglo XIX y XX.

Muerte

Murió en Fráncfort del Meno en el Reino de Prusia (hoy Alemania) en septiembre de 1860.

Fuente Wikipedia

Otras frases de Arthur Schopenhauer